¡En Mi Boda Descubrí Que Mi Novio Era Mi Hermano

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Hace unos años conocí al mejor chico en el mundo. Actualmente, eso es irrelevante. En la tierra de los vivos y muertos, él es el mejor de todos. Era la primera semana de la universidad. Yo estaba pensando en mis cosas cuando alguien se acercó y se sentó a mi lado. Entonces el me quito mis audífonos baratos y los rompió, y me dío unos nuevos, muy costosos de hecho. En ese momento no me molesté en pensar porque el habría hecho algo así. Esa era la mejor forma en la que él pudo presentarse. El me dijo que su nombre era Kevin y que tenía algo de dinero extra y decidió que no lo necesitaba, y que quería hacer algo bueno por otra persona. Me enamore de él a primera vista. A lo mejor pudo haber sido porque teníamos mucho en común incluyendo la forma en que lucíamos. Ambos teníamos cabello rubio y ojos marrones. La gente decía que podríamos ser la pareja perfecta.

Intercambiamos números y siempre nos escribíamos por texto. Con el tiempo comenzamos a vernos en el campus. La parte trasera de la biblioteca se convirtió en nuestro lugar favorito. Se ve como un lugar antiguo, oxidado y huele a libros viejos. Ambos amábamos este lugar y pasábamos horas allí estudiando y hablando, lo creas o no, nos ayudábamos con nuestros proyectos y obteníamos las mejores calificaciones.

Bueno solo pasaron unos meses hasta que nos mudamos y compartimos apartamento con dos de sus amigos. Este grupo de amigos, como nos hacemos llamar, se volvió tan fuerte que pensaba que nada podría romper nuestra amistad. Tenía razón. Nada lo haría. Aun somos los mejores amigos, parecemos familia. Como sea, Kevin y yo nos mudamos de ahí un año después y conseguimos un lugar solo para nosotros dos. Fue algo rápido, otros ya nos lo habían dicho, pero nosotros sabíamos que todo estaría bien. Mi mamá se enteró sobre lo nuestro y nos felicitó. Asumo que ella quería que nos casáramos lo antes posible. Éramos muy jóvenes, solo teníamos 22 años. Pero ¿sabes qué? Veía que nuestro futuro era claro y brillante. Nos veíamos los dos parados en el altar intercambiando votos. Besándonos dulcemente en los labios. Soñé todo eso. Ambos sosteníamos brazaletes dorados con nuestros nombres grabados en ellos. Nos parábamos frente a nuestra casa y veíamos a los niños corriendo. Era un sueño que anhelaba demasiado.

Era el 5 de enero de 2017 cuando Kevin me llevo al Rockefeller Center y me propuso matrimonio. No le dio mucha importancia lo cual agradezco sinceramente. Creo que la atención me habría puesto nerviosa. Acordamos organizar el matrimonio juntos en una zona apartada con una hermosa vista de la naturaleza. Sólo familiares y amigos. Pasé meses cambiando de emocionada a nerviosa. Kevin me ayudó en todo momento. Yo también lo cuidaba y estaba pendiente de él. Se estaba estresando mucho al preparar la boda para los dos. Ambos escribimos las invitaciones a mano. Kevin el maestro del diseño, creó tarjetas personalizadas, y yo escribí el texto en caligrafía.

Los meses se acercaban. Nuestra boda estaba planeada para mediados de febrero, ya sabes, el día 14. Dia de San Valentín. Es un cliché, lo sabíamos. Pero nunca tuve un buen día de San Valentín, y él tampoco, así que hicimos lo que era mejor.

La caminata por el pasillo de la iglesia fue muy accidentada. La gente me aplaudió y casi me tropiezo. Kevin esperando en el altar tratando de no llorar. Aprendí con el pasar de los años que él era un hombre muy emocional. Nos pusimos de pie frente a frente el sacerdote recitaba los votos y nosotros los repetíamos. Cuando preguntó si había alguna objeción, yo siempre había imaginado que nadie hablaría y que nos besaríamos para sellar nuestro matrimonio de por vida. Pues no. Eso no sucedió. Alguien en la parte de atrás, no era un miembro de la familia, ni un amigo, el que gritó “me opongo”. En ese momento me pregunté por que ahora. ¿Por qué no antes de la boda? Esa persona leyó los documentos legales que tenia en la mano. Documentos que declararon que, en 1994, un niño nació en la familia Harrison. Lo dieron en adopción. En 1995 una niña nació en la misma familia y luego fue dada en adopción en otra agencia. Ambos hermanos fueron separados por varios estados. Sus apellidos fueron cambiados más tarde, pero originalmente su nombre son Kevin Harrison y Anabelle Harrison.
El día de la boda llegó sin darnos cuenta. Tenía mi vestido de novia listo. Mi mamá y mi hermana mayor me ayudaron a vestirme. Mi nivel de confianza aumento con la cantidad de preparación que me hicieron. Estaba lista para ver a Kevin con su elegante traje. Ambos, a pesar de estar lejos el uno del otro, estábamos listos para finalmente casarnos. Источник видео youtube.com/watch?v=uP8V0QsD-QU